The Killers lanza su propio documental, ‘Notes from a quiet town’
La más reciente producción de estudio de The Killers, ‘Pressure machine’, encantó tanto a los fans como a la crítica especializada, principalmente debido a que en las letras de sus composiciones, Brandon Flowers mostró con honestidad y sensibilidad, el vínculo entre su infancia y el pueblo de Nephi, en el estado de Utah, donde vivió entre sus ocho y dieciséis años. El álbum es sumamente conceptual en su narrativa, ya que parte de eventos verídicos que Brandon presenció en su vida, como el arrollamiento por un tren de la Union Pacific Railroad, contra una pareja de adolescentes embarazados que asistían a la misma escuela que él, e interpreta ese evento simbólicamente como el fenecimiento de las esperanzas de una época en torno al llamado sueño americano.
Las composiciones de su séptimo álbum de estudio, comienzan con un testimonio ficticio, lo que le brinda una suerte de narrativa de mosaico en la que pequeñas historias conforman otra más grande; y como si se tratara de la tendencia a crear y expander universos narrativos con historias contadas en varios formatos que se complementan mutuamente, The Killers expande el creado en su más reciente producción, con un documental que lanzaron este 24 de marzo a través de su canal de YouTube titulado ‘Notes from a quiet town’.
Con una duración de 33 minutos, el metraje retrata paisajes que varían entre industriales, semiurbanizados, y rurales, con una notable carga de nostalgia y un acertado homenaje realista a la vida diaria de la clase obrera norteamericana. Cuenta con la dirección del cineasta independiente californiano, Robert Machoain, cuya fotografía paisajística ha sido evaluada de forma positiva por la crítica cinematográfica.

El documental en cuestión, se enfoca en mostrar testimonios de habitantes del pueblo y algunos fragmentos de vídeos caseros grabados por ellos; todo se maneja con un tono muy personal e íntimo. Entre testimonios, The Killers interpretan algunas de sus canciones, la primera de ellas, en el patio trasero de un lugareño como escenario, es ‘Cody’, acerca de la cual Brandon comenta previo a su ejecución, que se inspiró en los hermanos mayores de algunos de sus amigos para crear ese tipo de “chico malo”.
Como es sabido, Brandon hizo una especie de confesión autobiográfica para este trabajo, y quizá sea un elemento fundamental de su mérito artístico tan destacable el que este trabajo provenga de un lugar muy profundo y personal de su autor. Así lo llegó a expresar para la revista británica NME. “Mentalmente, comencé a ir a este lugar donde crecí y a escribir canciones sobre eso. Era como si hubiera una cámara de recuerdos en algún lugar esperando a que yo la abriera. Fue increíble. Una vez que finalmente abrí esa puerta, las canciones que salieron y los recuerdos fueron bastante vívidos y emotivos. Se volvió bastante obvio para mí lo que iba a ser este disco”.
Todo en esta producción ensalza la vida de los pueblos, y transmite su sencillez incluso en el atuendo de Brandon Flowers: pantalones y botas vaqueras, con una playera de algodón, algo lejano a sus más habituales atuendos inspirados en los lujosos trajes que usaba Elvis Presley en su época de Las Vegas.

Para mantener un tono realista y de cercanía, se hacen algunos leves desencuadres propios del vídeo casero y del cinéma verité. Las canciones que se interpretan son ‘Cody’, ‘Terrible thing’ y ‘Quiet town’ en versiones acústicas con Ronnie Vannucci Jr. en la guitarra, dos cantantes de godspell como voces de apoyo y una armónica. Una suerte de country minimalista que desentraña una de las más fundamentales raíces del rock.
La canción ‘Terrible thing’ es interpretada en un gimnasio escolar, con sus habituales canchas de básquetbol y para la canción final regresamos al patio trasero del principio, no sin antes haber visto múltiples paisajes ofrecidos por Nephi desde la lente de Machoain, que nos dan la sensación de haber pasado por un recorrido turístico que muestra costumbres características de norteamérica con objetividad, como los rodeos, los restaurantes de comida rápida, y los concursos de belleza locales, pero sobre todo, las extraordinarias personas comunes dando vida a esas arraigadas costumbres que, si bien podrán reflejar una sociedad imperfecta, no dejan de ocupar y remitir un lugar especial en nuestra memoria.
Cada quien tiene su Nephi personal, todos vamos de vez en cuando a algún lugar que quisiéramos seguir llamando hogar, y que aunque ya no habitemos, la forma en la que nos marca habita nuestros corazones. Mucho de la cultura estadounidense y sus valores pasan en desfile durante este ejercicio fílmico y enriquece el mensaje de fondo en el ‘Pressure machine’, el cual ya tiene una versión de lujo con canciones inéditas disponible en todos los formatos.