Érase una vez un genio, la más reciente película del director de Mad Max, estrenará el 08 de septiembre en un circuito de 370 pantallas de cine y se podrá ver sólo en el idioma original subtitulada.

¿De qué va?

Érase una vez un genio (Three thousand years of longing, 2022), la adaptación cinematográfica del cuento «The Djinn in the Nightingale’s Eye», de la autora inglesa A.S Byatt, es la más reciente película del septuagenario director George Miller (La cuarta dimensión 1983; Happy Feet, 2006; Las brujas de Eastwick, 1987), reconocido por ser el realizador de la emblemática saga distópica Mad Max (1979,1981,1985,2015).

Situada en Medio Oriente, Istambul, lo que comienza como un viaje en el que una narratóloga dará una conferencia sobre la desaparición de la mitología y los seres fantásticos a manos de la narrativa científica (que explica a los dioses y seres míticos como metáforas de la sociedad), terminará en un viaje a través de épocas lejanas, donde un genio (Idris Elba, solemne, sabio, resignado) encontrado en un artefacto comprado en una tienda de antiguedades, contará sus historias con intención de ser liberado mediante conceder los tres clásicos deseos a la protagonista, Alithea Binnie (Tilda Swinton, moderna, ecuánime, ingenua), que le presenta con resistencia estóica y conformismo ensimismado, su falta de voluntad para desear cualquier cosa, pues confiesa estar feliz con su vida actual e independiente, donde no tiene a nadie y cuyos sentimientos sólo surgen de encontrarse con historias de otros.

Es evidente el paralelismo entre la vida de la narratóloga y la del genio, pues vendrían a coincidir en la capacidad de disfrutar contar historias entre colegas, para alimentarse de ellas y revitalizarse; y más aún, esta metáfora presenta la posibilidad de pensar si no será uno mismo un poco narratólogo y un poco genio, en busca de historias como vía de conexión con los otros. También plantea otros dilemas subtextuales, por ejemplo, pensar si no irá uno mismo tratando de conceder los tres deseos a los demás, y si no terminará igualmente uno aprisionado o aprisionando a otros con tal de liberarse para siempre (o de mantenerse encerrado en una botella, dependiendo de que tanto nos agrade el carcelario).

Alithea Binnie no es una mujer ensombrecida por su soledad, más bien pareciera contentarse con su vida moderna e independiente, donde es una doctora en narratología que fue abandonada por su esposo debido a su falta de conexión con las emociones de los demás (él). El genio, es un «extravagantemente desafortunado» ser en el amor; sus dos milenarios encierros fueron a manos de las dos mujeres que más amó en su inmortal vida: primero de la bella Saba,»la imagen misma de la belleza», y luego de la inteligente Zefir, la mujer cuyo primer deseo fue tener «todo el conocimiento útil, bello y cierto» en el mundo.

Es justo el descubrimiento de la coincidencia de soledades entre Alithea y el genio, sumado a la escucha de las apasionadas anécdotas de amor verdadero, lo que detona en Alithea un primer extraordinario deseo: unirlas, hacer que se acompañen, en un (egoísta, absurdo y no muy meditado) deseo repentino de sentir todo el amor como el que aquellas dos mujeres experimentaron por parte del genio. Y es en este punto justamente, donde la historia empieza a llegar a su fin y Alithea tendrá que gastar sus deseos restantes en enmendar su error, mostrándonos que los genios caben perfectamente en una botella, pero no entre el ajetreo de las ciudades.

Review / Valoración

En esta gran ficción de fantasía no existe un gran clímax, pues todo ocurre durante el planteamiento; todas las historias del mago son fascinantes, incluyen personajes singulares, situaciones bien construídas dramáticamente con desenlaces tristes y emocionantes. Para cuando el engarce de pequeñas historias concluye, el gran climax de la historia principal (Alithea y el genio) ya ha ocurrido, pues ella ya habrá tomado la decisión que detonará el declive de la relación genio-narratóloga. Casi al terminar la película ya nos han revelado la moraleja imprescindible en las historias sobre genios y deseos que terminan mal: el amor sólo puede darse, si es en libertad.

Pero no importa mucho que no haya un gran clímax, al contrario, la estructura narrativa refuerza el punto central: lo importante es contar historias, dejar que algo ocurra, incluso aunque pueda terminar mal. La película plantea que es más importante simplemente desear que algo ocurra, que más vale desencadenar cualquier trama a partir de una oración que nazca de la voluntad de desear, desafiar el orden apacible del cosmos, ceder el control, y enunciar un deseo oculto en lo más profundo del corazón, que vivir sólo de las historias de otros.

Otro punto destacado de esta cinta es la elección temática de adaptación literaria, pues en este cuento escrito por A.S Byatt, nos encontramos como personaje central a una mujer adulta cuyo rol no es el de una persona aburrida y abandonada, sino el de una analista de la vida interesada por imaginar, que viaja para vivir aventuras, que siente el llamado de la fantasía y que termina por reflejar con su propia vida los grandes cambios y contradicciones de la mujer en la modernidad, que ya no desea como único y vital mandato apoderarse del corazón de un hombre, sino que maniobra entre la irresistible oportunidad de conservar al genio-amante-complaciente capaz de concederle incluso sus más íntimos deseos, y la voluntad de continuar llenandose la vida de historias escritas por su propia mano.

Además, la función de la fotografía que revela personajes o situaciones a través de movimientos de cámara, creando un ritmo ágil y misterioso. Por otro lado, genera encuadres casi pictóricos con los elementos ya de por sí extravagantes en la escena, y aprovecha para crear imágenes sintéticas pero mágicas (la diferencia entre la nitidez de mirar a través de unos anteojos y el desenfoque alrededor, el soñar despierta de Zafir). Del mismo modo, la música y el sonido (la ofrenda musical de Salomon a Saba, las ondas electromagnéticas que atormentan al genio), ayudan a construir la atmósfera mística de viaje en el tiempo, pues ayudan a dar dimensión a los espacios físicos donde se desarrollan las historias y permiten sumergirse enteramente en el placer de descubrir tierras y momentos históricos imposibles.

El gran encanto de esta película radica en su poder hipnótico de encandilarnos con historias donde la línea entre la realidad y la ficción es más atractiva que el hecho de que pueda ser o no comprobable en la realidad; es una reflexión sobre la ficción, planteada a través de una ficción dentro de otra. Esta es una de esas películas que te hacen querer permanecer en el cine y, como un antiguo rey enfebrecido, prestarte a ser calmado por una sucesión interminable de relatos. Es sin duda un grato recordatorio de que las historias son bellas en tanto ayudan a resignificar la vida para poder vivirla, y no una forma cómoda de escapar a ella.

Sinopsis Oficial

• Título en México: Érase una vez un genio
• Título Original: Three Thousand Years of Longing
• Director: George Miller
• Año: 2022
• País: Australia, EUA
• Duración: 108 min.
• Guion: George Miller y Augusta Gore. Adaptación de la historia corta titulada «The Djinn in the Nightingale’s Eye» (1994) de la autora inglesa A.S Byatt
• Fotografía: John Seale
• Música: Tom Holkenborg
• Productora: Filmnation, Kennedy Miller Mitchell, Sunac, Elevated Films, Idc
• Distribuidora en México: Corazón Films