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¿Puede un niño ser el mejor amigo de un adulto?: Reseña de “C’mon c’mon: siempre adelante”

Ver esta cinta es como entrar en una iglesia pulcra y solemne, pues la calma y los colores grises invaden la pantalla para llenar la atmósfera de un respiro visual-sonoro suave y relajante. C’mon c’mon: siempre adelante (2021) es la más reciente película escrita y dirigida por Mike Mills que estrenará este 28 de abril. La historia sigue al periodista radiofónico Johnny y a su sobrino Jesse, recorriendo distintas ciudades de Estados Unidos, para entrevistar a niños sobre sus pensamientos acerca del futuro y distintos temas. Durante este viaje, se conocerán y cuestionarán mutuamente la forma hermética en que se relaciona cada uno con su entorno presente, en el que les cuesta trabajo aceptar y expresar sus emociones.

El filme en escala de grises, de origen estadounidense, cuenta con el pequeño Woody Norman (nominado por su trabajo en esta película a un BAFTA en la categoría Best Supporting Actor), Joaquin Phoenix (ganador del Óscar por su interpretación en Joker) y Gaby Hoffman (tres veces nominada a los Emmy) como personajes centrales.

SINOPSIS

Johnny (Joaquin Phoenix) es un periodista radiofónico que se dedica a visitar niños para hacerles preguntas y registrar sus respuestas con su grabadora de sonido. Su hermana Viv (Gaby Hoffman) es la esposa de Paul, un perturbado músico que se encuentra en un periodo de crisis mental en otra ciudad, apartado de su hijo Jesse (Woody Norman) y de su esposa. Ella decide ir con él para convencerle de tratarse médicamente para así poder volver con su familia, por lo que se ve en la necesidad de encargar a su hermano Johnny el cuidado de su hijo durante unos días. Ambos aceptan la situación y comienzan a desarrollar una relación adulto-niño de una inteligencia emocional escalofriante, pues Jesse no es un niño ingenuo y Johnny no es el adulto que lo sabe todo.

Viv (Gaby Hoffman), Jesse (Woody Norman) y Johnny (Joaquin Phoenix)
Fuente: LimaGallery

RESEÑA

Tras diversas situaciones, conversaciones e incidentes, Jesse va encandilándose con el estilo de vida del tío y viceversa. En una escena, vemos a Johnny intentando entrevistar a Jesse, a lo que éste responde tomando el equipo de trabajo del tío (para ser él quien escuche y no el escuchado). A partir de ahí, se ve a Jesse a lo largo de la película grabando sonidos de la playa, la calle y de sí mismo incluso, con la grabadora y el micrófono del tío, descubriendo por su propia cuenta como “todo suena increíble” a través de esos audífonos; es decir, enterándose de cómo escucha la vida su tío. Esto es esencial porque es el hilo conductor de la trama: esta es una película sobre la escucha, sobre las dificultades que presenta la compañía íntima de un otro y los retos que implica comunicarse. Mientras Johnny tiene sus entrevistas para hacer preguntas que él no se atreve a responder sobre sí mismo, Jesse tiene un “otro yo” que es huérfano, que le permite hablar las cosas que en primera persona él no puede decir y que sin embargo necesita contar.

Jesse (Woody Norman)
Fuente: IMDB

El tema pone en conversación dos etapas de la vida (la infancia y la adultez) que parecieran encontrar más puntos comunes de los esperados: el miedo a la soledad, la incertidumbre ante el futuro y la dificultad para expresar los sentimientos propios. La madre de Jesse es una escritora de “libros de Ficción y de No-ficción”, le cuenta el niño a su tío Johnny, y es precisamente en la oscilación entre estos dos tipos de narración que está contada la película: a través de la intercalación de fragmentos documentales de entrevistas a niños, vistas de las ciudades recorridas y secuencias de ficción que llevan la historia guía, se revela la intención de cuestionarnos la forma en que usualmente contemplamos la relación entre adultos y niños como una dupla en la que todo el tiempo lleva la batuta el de mayor edad, para terminar por desenmascararla y evidenciar que, si nos escuchamos mutuamente, cada uno atraviesa sus propias crisis desestabilizadoras, que mucho pueden enseñarnos y mostrarnos de nuestros propios miedos.

La fotografía de Roobie Ryan que estampa vistas serenas de la ciudad, consigue captar patrones de figuras en edificios, resalta con serenidad los normalmente ajetreados e insufribles tránsitos de automóviles y personas, y destaca la belleza caótica de las ciudades en imágenes practicamente fijas, estables y tranquilas que parecieran flotantes. Además, exhibe repetidamente en grandes planos generales al tío y al sobrino, planteando una relación envolvente, estrecha y abrumadora con su entorno, que además forma parte esencial del tema de la película: un viaje interno que lleva a una transformación, reforzado visualmente por el recorrido que hacen visitando distintas ciudades hasta volver al lugar de origen: la casa. El montaje colabora dando los tiempos y silencios adecuados a cada secuencia, ensamblando con la música para establecer en conjunto una atmósfera de eco, de niebla, de pausa, que sostiene el aura y el ritmo hasta el último momento de la película.

Ya hacia el final de la cinta, es significativo el desmayo que sufre el tío Johnny, pues es una acción que enfatiza el fin del roadtrip: Johnny se ha desvanecido a causa de su viaje montaña-rusa de emociones acompañado de semejante parlanchín compañero, que ahora debe dejar volver a su hogar, ya en calidad de sobrino-mejoramigo. A la pregunta que Jesse increpa a su tío después de este episodio, hay una respuesta innegable que se ha tejido durante esta película-trayecto: ¿puede un adulto que se desvanece, cuidar de un niño? Sí, aunque no bastará con sólo leerle cuentos infantiles y fingir tener el control; habrá que responderle preguntas, regular las cantidades de azúcar que ingiera, disculparse, hacerlo sentir seguro, escucharle y comprenderle. Ambos comprenderán cómo cuidarse entre sí, inventando resilencias, aprendiendo a conversar sobre las emociones y a gritar las tristezas para poder librarse de ellas; descubrirán entonces que el desvanecimiento es en todo caso una consecuencia inevitable de remover el pasado para poder avanzar hacia el futuro y no un signo de debilidad.

Mike Mills ha hablado de la influencia del filme Alicia en las Ciudades, de Wim Wenders, para dar estructura a su tema, que comenzó con el deseo de contar sus descubrimientos como padre, en la relación que ha ido construyendo con su hijo en la vida real. Sobre el rodaje, se ha comentado que al trabajar el guion, lo ha hecho en conjunto con sus actores, platicando con ellos durante las grabaciones acerca de lo que pensaban sobre las ideas y las líneas que venían en él escritas; esto con el fin de poder retratar de mejor manera la relación entre los personajes, método de trabajo que les resultó benéfico y acertado a todos los involucrados.

Mills ha añadido también en algunas entrevistas, que el trabajo documental con las grabaciones de los niños funcionó tanto para desencajar su filme de sí mismo (salvarlo de una planeación-control de adulto total), como para sostener las ideas que ha puesto en escena, resultando un filme tricapa que armoniza en el establecimiento de una sensorialidad pacífica y reflexiva, en donde reluce el tema familiar pero sin melodrama, más bien matizado y honesto acerca del status actual de las relaciones niño-adulto en las últimas décadas, en donde incluso internet es un auxiliar indispensable para padres e hijos si de poder iniciar una conversación se trata.

C’mon c’mon conjunta las polarizadas y humanas interacciones entre un young man y un old man en un mismo recorrido, para hacer visible el desarrollo de un amor real fraterno que se fundamenta en el trato y en la escucha. La complejidad de desarrollar afectos presentes en una vida llena de errores pasados, radica en la necesidad de tener que responderse a uno mismo las preguntas que quiere uno antes hacer a los otros, en hablar con la propia voz -y no con la de ningún otro- lo que duele, lo que uno siente que es injusto; escucharnos es lo único que permite seguir, seguir, seguir con el paso de la vida, que nos inunda continuamente en fragmentos de risas y llantos antigüos, con los que sin embargo, y a pesar del futuro, hay que continuar siempre hacia adelante.

FICHA TÉCNICA

Dirección y guion: Mike Mills

País: USA

Año: 2021

Duración: 1h 54min

Productora y distribuidora: A24, Diamond Films

Fotografía: Robbie Ryan

Música: Aaron and Bryce Dessner

Montaje: Jennifer Vecchiarello

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