El papel de la actuación en la representación de lo real: Fauna, de Nicolás Pereda
Fauna (2020), de Nicolás Pereda, muestra un conjunto de escenas-situaciones fuera de la lógica narrativa clásica de las relaciones causales, donde la actuación y la ficción son los protagonistas.
El director de cine mexico-canadiense, cuyos títulos se han exhibido en festivales de cine como Rotterdam, Venecia y Cannes, este año presenta Fauna (2020) una cinta-tarima donde las ideas artísticas que el director comparte con su grupo de actores y amigos mancuerna desde hace ya varios años, tienen oportunidad de desplegarse visualmente, materializadas en un conjunto de escenas donde la representación dentro de la actuación y su relación con la construcción de la realidad es el tema central, planteado a partir de la interacción entre personas en situaciones ficticias abiertas a la lógica del acontecimiento irrepetible, que se engarzan en el filme a partir de ecos cinematográficos.

Sinopsis oficial
Luisa y Gabino visitan a sus padres en un pueblo minero en el norte de México. Paco, el novio de Luisa, provoca el único interés del padre en ellos al actuar el papel de un narco. Para hacer frente a las tensiones familiares, Gabino imagina una realidad paralela de detectives y crimen organizado. Una versión astuta y cómica de cómo la violencia se ha infiltrado en la imaginación popular de México.
Una introducción general a la propuesta de Fauna
Quizá lo más importante no sea pensar en comprender Fauna sino encontrarse con ella. En esta película, la ficción es compañera íntima de lo real. Las relaciones formales en las imágenes de Nicolás Pereda con lo documental son evidentes e intencionales, pues buscan enmarcar un proyecto personal, una inquietud colectiva por hacer que el cine sea más que causa y efecto, construcción de personajes o narrativa; este cine busca crear momentos con peso en sí mismos, que cobren sentido al unirse en el metraje final. Aquí los personajes (personas) no tienen pasado ni futuro, van con el presente de lo que ocurre, reaccionan, proponen, existen.
En esta cinta no hay universo, los actores son una presencia que no está en carencia de dirección, sino que contribuyen a la escena y resuelven. Este es un cine de la confianza, de la colaboración entre artistas, de poner el cuerpo y la voz a disposición de una visión guía (la de Pereda) que es comprensible para los demás si acaso hasta ver el resultado final. El filme, para el director, se construye sumando las propuestas de sus actores, cede el peso autoral y se permite captar en tomas únicas lo inesperado, lo que sin pre-imaginarse, funciona. Una película donde los actores no son tomados para dar el discurso de alguien más, sino para construirlo a través de un juego interactivo con el presente.

Fuente: cinematropical
Las anécdotas de Fauna
La película inicia con un punto de vista desde dentro de un automóvil en el que van Luisa y Paco (su novio) entablando un diálogo flotante mientras avanzamos por la carretera en busca de algún lugar al que finalmente llegamos sin hallar nada en concreto. La siguiente escena importante es: Gabino y Luisa (dos hermanos que llegaron en autos separados) frente a la casa de sus padres, en un pueblo alejado de todo, donde es difícil conseguir cigarros e internet. Paco trata de quedar bien con el hermano de su novia invitándole unos cigarros de la tienda; termina mal y es estafado por un señor que le vende cajetillas en $100, que después resulta ser el padre de Luisa.
A pesar de las anteriores ya tensas e incómodas situaciones, Paco se ve obligado a terminar con ambos en una cantina (curiosamente la misma donde se filmó El infierno [2011] de Luis Estrada) padeciendo un encuentro de masculinidad típico, en donde el cuñado y el suegro le fuerzan a improvisar una escena para ellos, sólo porque saben que es actor, porque es el novio de la hija y porque no puede negarse. La siguiente escena importante es un ensayo de líneas entre la madre y la hija para una audición, en donde precisamente se recita un monólogo sobre esta relación filial.
Como última sorpresa discursiva, aparece la situación que delinea la recta final de la película, en la que Gabino cuenta a Luisa sobre un libro que está leyendo; acto seguido, todos los demás personajes que hemos visto hasta el momento toman nuevos roles en una ficción dentro de la ficción que ya estamos viendo, para relatar una historia en donde un hombre se encuentra con una mujer (Flora) que le da pistas sobre otro hombre y una mujer (Fauna) a quien debe buscar ¿para qué? no se sabe, Gabino aún no termina de leer el libro, se lo regala a Luisa y el largometraje termina.

Fuente: theartsofslowcinema
Apuntes sobre la representación, la actuación y el cine de Nicolás Pereda
“…no toda representación presupone una ficción. Y toda actuación implica una ficción.“
Gabino Rodríguez. Estamos hechos para el sueño, no tenemos órganos adecuados para la vida (apuntes sobre la actuación en el cine para jóvenes poetas). Los cuadernos de cinema No. 016.
Creada con el grupo de actores que desde hace más de 15 años trabaja con él, el director retoma a los miembros del colectivo teatral Lagartijas tiradas al sol, fundado en 2003 por Luisa Pardo y Lázaro (Gabino) Rodríguez, para ensamblar una película cuyo eje es la responsabilidad de la actuación (y los actores) como creadora de modelos para concebir la vida, pues es a partir de las ficciones en las que toman parte como hacedores de discursos, que los actores contribuyen a dar una idea de como es la realidad y cómo se supone que debería vivirse.
“Cualquier representación de la realidad, así como surge de la vida, se convierte en una manera de perpetuar cierta forma de vivir. Las representaciones condicionan nuestras formas de enfrentar el mundo, se convierten en nuestro medio de conocer y aproximarnos a situaciones que no hemos vivido aún.”
Gabino Rodríguez. Estamos hechos para el sueño, no tenemos órganos adecuados para la vida (apuntes sobre la actuación en el cine para jóvenes poetas). Los cuadernos de cinema No. 016.
A propósito de la película, Nicolás Pereda menciona el texto de Lázaro (Gabino) Rodríguez en Los cuadernos de Cinema, que contiene apuntes esenciales útiles para comprender esta y otras propuestas cinematográficas del autor, pues aborda y alude a través de sus líneas a la postura actoral de él y sus compañeros dentro de esta dinámica de realización, donde el director les proporciona únicamente unas guías de trazo y de búsqueda dramática apegadas al juego, a la apertura de ver y aprehender las propuestas artísticas del trabajo con sus compañeros al momento.
Es así como aquí la figura del director cambia y pasa de ser la visión absoluta de un filme a funcionar como un mero pretexto, un provocador de la acción subjetiva de sus colegas actores (quienes también son directores de sus propios proyectos dramáticos) frente a las situaciones que él plantea. De este modo se obtienen secuencias fílmicas que se interconectan por la búsqueda de este ser con y frente a la cámara, sin pretensiones de construir personajes o una narrativa, para abrir paso más bien a un desfile de integralidad entre la escena y el modo de hacer cine: compartir, mostrar respeto al oficio de sus colegas, generar espacios y búsquedas en torno a una nueva forma de trabajar mano a mano con los actores en el cine y continuar ofreciendo cuestionamientos al modo de representación que utiliza el cine para plantear ideas sobre la realidad y la vida.
“La sociedad tiene ciertas narrativas que la sostienen, una manera de relatarse a sí misma. Nuestro trabajo es desplazarlas, dejar en claro que «otro mundo es posible»”
Gabino Rodríguez. Estamos hechos para el sueño, no tenemos órganos adecuados para la vida (apuntes sobre la actuación en el cine para jóvenes poetas). Los cuadernos de cinema No. 016.
En esta película, Nicolás Pereda abre un espacio para que la responsabilidad de la representación por parte de los actores luzca en toda su potencia. El filme fue también un caso peculiar en el que lo que ocurría mientras se registraba una escena, tenía también una consecuencia directa en la vida real y emocional de los participantes, dando pie a un significativo encuentro entre la ficción, la realidad y la representación como parte del rodaje mismo.
Lo anterior se refiere a Francisco Barreiro, el personaje de “Paco” en la película, quien tiene una escena de gran peso dramático en la cinta (lograda además en una sola toma) en la cual se ve obligado a representar un papel con el que ha tenido que cargar como actor en la vida real durante su trayectoria (su participación en una serie sobre narcos), pues haber sido parte de un universo de representación que perpetúa una cierta forma de vivir y engrandecer la figura del narco en el país, contrastaba fuertemente con la perspectiva que como actor comparte con sus colegas en cuanto a lo que el cine de Nicolás Pereda y el colectivo Lagartijas tiradas al sol busca generar, resultando para él un emotivo reto y también una oportunidad de resignificar para sí mismo, y frente a sus colegas-amigos, sus decisiones actorales.
Este momento dentro de la filmación y la ejecución del metraje, es una muestra de los alcances de la metaficción en el universo autoral-colectivo del director, donde lo que se busca es dejar de lado las barreras del personaje, para centrarse en la persona, observar a un actor ser él mismo puesto en una circunstancia ficticia, simplemente para registrar sus acciones, observar sus trazos y trayectorias dentro de la escena, sus resoluciones subjetivas a ciertos estímulos o guías y atestiguar la propuesta personal del cómo ellos viven y encarnan su propio oficio.
“Los actores no somos víctimas de la representación; somos sus hacedores. Hay que asumirnos productores de la realidad. En la medida en que nos hagamos cargo de esa responsabilidad, pensaremos nuestro trabajo no solo desde sus implicaciones artísticas, sino también desde las implicaciones políticas.”
Gabino Rodríguez. Estamos hechos para el sueño, no tenemos órganos adecuados para la vida (apuntes sobre la actuación en el cine para jóvenes poetas). Los cuadernos de cinema No. 016.
Filmografía del autor y distribución de Fauna
La ópera prima de Nicolás Pereda se titula ¿Dónde están sus historias? (2007) y entre su filmografía se encuentran las obras: Entrevista con la tierra (2008), Juntos (2009), Perpetuum Mobile (2009), Todo, en fin, el silencio lo ocupaba (2010), Verano de Goliat (2010), Los mejores temas (2012), Matar extraños (2013), Venice 70: Future Reloaded (2013), El palacio (2013), Los ausentes (2014), El Aula Vacía (2015), Minotauro (2015) Tales of Two Who Dreamt (2016). Algunas de sus películas están disponibles para su visualización online en la plataforma de pago Filminlatino.
Fauna, el filme de 1hora y 10 minutos, estará disponible a partir del viernes 24 de junio en diversos cines, uno de ellos es Cine Tonalá, donde ya es posible adquirir boletos para las funciones programadas de Fauna a través de su plataforma online.

Fuente: FICUNAM
Ficha técnica
Año:
2020
Duración:
70 min.
País:
Canadá – México
Director:
Nicolás Pereda
Reparto:
Lázaro Gabino Rodríguez, Luisa Pardo, Francisco Barreiro, Teresita Sánchez, José Rodríguez López, Mariana Villegas, Fernando Álvarez Rebeil, Extras: Aarón Velázquez, Brandon Medina
Guion:
Nicolás Pereda
Productor:
Nicolás Pereda
Fotografía:
Mariel Baqueiro
Edición:
Nicolás Pereda
Música:
Teresita Sánchez
Sonido:
Pablo Cervera