El final de la vida de Jessica y su hijos Lainey y Mason en una casa en el campo cerca de un pequeño pueblo desconocido está muy cerca. Está desesperada por llegar a Texas y retomar una vida normal después de la muerte de su madre y dejar las drogas. Se siente observada y por ende tiene mucho cuidado con sus hijos, pues sabe que cualquier movimiento en falso puede separarla de sus hijos.

Alarido es la nueva apuesta de D.J. Caruso, que ha dirigido películas como Soy el Número Cuatro, con una historia realista ambientada en el campo. Escrita por Melanie Toast, la película está protagonizada por Rainey Qualley, Vincent Gallo, Jake Horowitz y Luciana VanDette.
Por la constante presencia de oscuridad, silencio, soledad y detalles religiosos, la historia pinta para ser de terror, pero la verdad es toda una sorpresa. Sin dinero, con muy poca comida y fallas en la electricidad, Jessica si debe enfrentarse a demonios, pero no sobrenaturales. Debe enfrentarse a su soledad, el conflicto con su madre ya fallecida, con el padre de sus hijos, con las dogras y con Dios.
Si bien la trama es sencilla, logra atraparnos desde el primer momento y mantenernos al borde del asiento durante toda la película. Es muy fácil empatizar con Jessica y ver las cosas desde su punto de vista, también es muy fácil comprender a su hija Lainey, que sólo tiene tres años, pero es forzada a crecer de golpe a niveles exagerados.
La película se concentra mucho en las emociones, buenas y malas, y como siempre hay un punto medio entre ambas. Nos muestra que es posible seguir adelante, pero también como nuestras acciones pueden llegar a atormentarnos en los momentos más inesperados.

Es sobre las personas y el misterio que gira alrededor de ellas, al punto que nunca llegamos a conocernos completamente, pues cuando nos encontramos en situaciones que nunca creímos posibles, vemos una nueva faceta de nosotros.
Por supuesto, hay escenas que te ponen nervioso e incluso, te dan miedo. Es muy fácil desesperarse junto con los personajes y entrar en la misma ansiedad que ellos.
La actuación de Rainey Qualley también es maravillosa, considerando que cuenta con pocos recursos y en varias ocasiones se ve obligada a comunicarse solamente con expresiones y sin palabras. Interpretar a una persona que ha dejado atrás alguna adicción siempre es complicado, especialmente cuando se vive la lucha por seguir adelante cuando se tiene todo en contra y el dolor es palpable.

Pero Qualley logra sacar adelante el personaje y le hace honor a su fortaleza. Es humana: puedes estar de su lado y al momento siguiente estar muy molesta con ella.
También es importante destacar la actuación de Luciana VanDette, que interpreta a Lainey, la hija de Jessica. A este personaje lo seguimos en su mayoría con su voz, que sorprende mucho y suena más madura que la edad que verdaderamente tiene, dadas las circustancias.
VanDette tiene mucho potencial para la actuación en general, especialmente con su voz. Es muy fácil empatizar con la niña y buscar su bienestar.
Finalmente, hay que destacar también el maquillaje, pues logra captar el cuerpo humano de una manera tan real que, si eres una persona sensible, probablemente tengas de salir corriendo.

Si bien hay algunas acciones en la historia que llegan a no tener mucho sentido, te das cuenta que es muy probable que tú, en sus zapatos, hubieras actuado igual.
Alarido es una película muy buena, que nos muestra que nunca terminamos de conocernos. Nos deja una enseñanza importante: Es importante tomar siempre las partes buenas de las cosas.
La confianza, la atención e incluso la fe (ya sea en Dios, o en la vida) son claves en la historia. ¿Quién necesita terror paranormal cuando las personas somos nuestros peores miedos?